Trabajar durante muchas horas con una mala postura puede hacerte propenso a sufrir una serie de dolencias. Es muy posible que hayas comprado una silla ergonómica para escapar de todos los escenarios de enfermarte, pero aún así, sigues recibiendo las mismas quejas de dolor en tu cuerpo. Es porque no has ajustado correctamente la silla. Una silla ergonómica está diseñada a medida para adaptarse a todo tipo de tamaños de cuerpo. Las piezas ajustables se pueden ajustar para varias longitudes y anchos según el tamaño del cuerpo. Repasemos esta guía para ver si ha estado ajustando la silla correctamente o no:
Ajuste de la altura del asiento
En la mayoría de las sillas ergonómicas, hay una palanca en el lado derecho para ajustar la altura del asiento. Pero no es una regla estricta y rápida. Todas las empresas varían su diseño de una silla a otra y también pueden variar la ubicación de la palanca. La mejor manera de ajustar la altura es parándose junto a la silla y ajustando el asiento justo debajo de la rótula. También puedes sentarte en la silla y tirar de la palanca para bajarla. Para tirar del asiento hacia arriba, levante un poco las caderas y tire de la palanca.
La posición ideal es cuando las piernas forman un ángulo de casi 90 grados con los pies apoyados en el suelo. Si siente presión en la espalda o cerca de las caderas, se recomienda levantar la silla. Si bien siente presión cerca de las rodillas o la parte delantera de las piernas, bajar un poco el asiento le brindará alivio. En definitiva, se recomienda mantener las rodillas al nivel de las caderas o un poco más arriba.
Ajuste de la profundidad del asiento
Otro ajuste importante para mantener la postura correcta en una silla ergonómica es ajustar el asiento. El asiento es la parte de la silla en la que uno se sienta. Por lo general, está diseñado un poco más bajo en el medio para la colocación correcta de las caderas en la silla. El objetivo final de este diseño es equilibrar el peso corporal sobre la silla. Aún así, una buena silla ergonómica está diseñada de tal manera que permite el máximo ajuste, y el asiento no es una excepción.
Normalmente, el usuario encontrará la palanca en el lado izquierdo de la silla, pero al igual que la caja superior, no es una ubicación fija. Puede variar en las sillas de diferentes empresas. Usando esta palanca, el asiento se puede acercar y retroceder contra la parte inferior de la silla debajo de la cual están presentes todas las palancas. La mejor manera de colocar su cuerpo y ajustar el asiento es mantener una distancia de una pulgada entre la parte delantera del asiento y la parte posterior de sus rodillas.
Ajustar el respaldo
El respaldo de una silla ergonómica también es regulable. En algunas sillas no todo el respaldo es regulable y sólo se puede ajustar el soporte lumbar. Mientras que en otros incluso se puede ajustar la altura del respaldo. En las sillas que ofrecen respaldo regulable en altura, la región lumbar se ajusta junto con la altura. Solo necesita tirar del respaldo hacia arriba y hacia abajo para llevar el soporte lumbar a la curva de su columna. En las sillas ergonómicas que no permiten regular la altura del respaldo, existe un soporte lumbar regulable. Simplemente sostenga el soporte lateral del respaldo y tire de él hacia arriba y hacia abajo hasta que toque su columna. Una vez que esté en la posición correcta, puedes colocar tu espalda a lo largo del respaldo.
Ajuste del reposacabezas
El propósito básico de un reposacabezas es apoyar la cabeza; sin embargo, los reposacabezas mal ajustados pueden causar más daño y brindar menos apoyo a la cabeza y el cuello. El reposacabezas ajustable debe ser lo suficientemente alto para alcanzar el nivel de la cabeza. Después de la altura, debes ajustar la posición del respaldo. Lo ideal es que el reposacabezas encaje en la base de la parte posterior de la cabeza. No debes inclinarte más hacia adelante porque esto requerirá que dobles el cuello. Por el contrario, un reposacabezas inclinado más hacia atrás resultará inaccesible para la cabeza.
Ajustar el ancho de los brazos
El ancho recomendado de los reposabrazos para la mayoría de las sillas es generalmente de entre 2 y 4 pulgadas. En las sillas ergonómicas estas pueden ser en gran medida regulables. El ajuste de la almohadilla del brazo o el ajuste del ancho del brazo se realiza de acuerdo con el grado de movimiento de los brazos de lado a lado mientras trabaja. Generalmente hay un botón en el borde interior del reposabrazos que le permite ajustar el ancho del reposabrazos según sus necesidades.
Ajuste de la altura del reposabrazos
La posición de su brazo y la altura del reposabrazos tienen un impacto significativo en la postura de la parte superior del cuerpo. Lo ideal es que el reposabrazos esté a la altura de los codos doblados, lo que le permitirá apoyar el antebrazo en una posición relajada. Tendrá que encorvarse los hombros si el reposabrazos está demasiado alto. Por otro lado, tendrás que dejar caer los brazos y los hombros durante mucho tiempo si está demasiado bajo.
El mejor método para ajustar el reposabrazos a una altura óptima es doblar los codos perpendicularmente, manteniendo la parte superior del brazo recta y el antebrazo en posición horizontal. Ajuste la altura del brazo hasta que llegue a su antebrazo horizontalmente.
Ajuste del ángulo del asiento al respaldo
El ángulo entre el asiento y el respaldo es fundamental ya que afecta el equilibrio de la columna. Algunas personas se adaptan mejor a ángulos más estrechos entre el asiento y el respaldo, mientras que a otras les convienen más los ángulos abiertos. Para adaptarse mejor a su silla, haga coincidir el rango de ajuste del asiento al respaldo de su silla ergonómica con su postura neutral particular del muslo y el torso. Con tensión de resorte incorporada, ciertos sillones reclinables para el hogar y sillas de oficina tienen un ángulo de flotación libre entre el asiento y el respaldo que se ajusta perfectamente a sus cambios de posición. Si modifica el ángulo de su asiento, asegúrese de verificar cuidadosamente la altura de su asiento para estabilizar su postura.